En su homenaje, Francisco Ibáñez dio un abrazo simbólico al público del VIII Salón del Cómic de Zaragoza. Menos mal que no se propuso hacerlo persona por persona, porque aún estaría en ello. La cita maña con el tebeo batió su récord de asistencia, con 14.603 visitantes, unos 1.500 más que en su pasada edición. El fin de semana fue intenso, el programa completo, y ni aficionados ni dibujantes tuvieron tiempo de aburrirse.

Foto de Dani Marzola
Francisco Ibáñez en el homenaje. Foto: Dani Marzola

Francisco Ibáñez, genio y figura,  firmó en una sesión multitudinaria, como también fueron las de Purita Campos y Luis Royo, y el resto de autores invitados tampoco se quedaron mancos… Bueno, casi, porque rubricaron de lo lindo. Los dibujantes aragoneses, como Bernal con su nuevo libro, gastaron mucha tinta en dedicatorias. Alguno incluso tuvo dificultades para tomarse un descanso para beber un refresco. Curioso fue el caso de Íñigo Aguirre, el autor de ‘Ibéroes’, que en la tarde de ayer se había quedado ya sin ejemplares que vender, tras la buena acogida del cómic en los medios de comunicación.

Cerca del puesto de Aguirre estaba Víctor G. Romano, un joven maño afincado en Madrid, que presentaba ‘Teratos’, un tebeo autoeditado que destila ciencia-ficción en cada viñeta, y que espera poder distribuir en tiendas el próximo mes. Lo mismo que los chicos del fanzine ‘Hotel Safarí’, que preparan el segundo volumen de su ‘escaparate’ para atraer editores.

De ‘juanpalomismo’ en el tebeo saben mucho los ‘malavideros’, que animaron con su buen humor el Salón, a pesar de que no dejaban de beber tacitas de té… El que se haya quedado con ganas de más tebeo, puede acercarse a la Biblioteca Aragón de Zaragoza, en la calle Doctor Cerrada, para ver la exposición que han preparado sobre ‘El cómic underground zaragozano’, abierta hasta el día 30.

Y hubo mucho más, con el sonido de fondo del baile ‘para para’ de la Zona Manga: fanzines, charlas, presentaciones, torneos… El maestro Ibáñez, preguntado por la situación del cómic en la actualidad, dijo «a ver si con salones como este hacemos resurgir poco a poco el tebeo». Tras este fin de semana, parece que se va por el buen camino.